NATILLAS DE LA ABUELA

Natillas de la abuela

Ya tenia yo ganas de hacer unas natillas caseras, pero como las de mi abuela ninguna, recuerdo que mientras las hacia estábamos mis hermanos alrededor de ella y se enfadaba un montón, porque a la que podíamos metíamos el dedo en la perola para probarlas jajaja, decía la pobre que éramos unos cochinos y nos mandaba jugar a la calle para que la dejásemos tranquila. Mas maja la abuela, que si nos tenia que dar un cachete nos lo daba y si se enteraban mis padres de que la abuela nos castigaba, luego nos castigaban ellos doblemente, eran otros tiempos.

Bueno esta no es exactamente la receta de mi abuela porque dice mi madre que no se acuerda muy bien de la receta.
Pero aquí esta lo que mi madre recuerda, y la verdad es que no esta nada mal, no es el mismo sabor o por lo menos yo lo recuerdo con mas cariño.

Natillas de la abuela


INGREDIENTES

1 litro leche.
6 yemas de huevo.
2 cucharadas de maizena.
200gr. de azúcar.
Corteza de un limón.
1 rama de canela.
Galletas Maria (para decorar)
Canela en polvo.
1 copa de Quina.

Empezamos calentando  en una cazuela medio litro de leche, añadimos la corteza de limón y la canela.

Mientras calienta, en un bol ponemos las yemas y el azúcar. Batimos mezclando bien con las varillas, ahora añadimos la maizena que antes he disuelto con un poco de leche y mezclando bien, que no queden grumitos.

Ya mezclado y con la leche que tenemos en la cazuela ya templada, retiramos la corteza de limón y la canela, Y vertemos la mezcla de yemas y azúcar y remover sin parar.

Deja que se cueza despacito a fuego bajo durante unos minutitos, pero no dejes de remover, hasta que veas que las natillas espesan.

Déjalo  enfriar en una fuente grande, como hacia mi abuela, que era en ese momento en el que mis hermanos y yo aprovechábamos para “probarla”  jajaja, yo las he dejado en estos recipientes de barro.
Para decorarla he puesto la galleta Maria y un poco de canela en polvo.

Mientras se enfría, aprovecho para tomarme esa copita de quina, en honor a mi abuelilla, que siempre nos daba una copita de quina cuando estábamos malos.




Esta receta se la dedico a ella. Y a los cachetes que nos daba.

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